Más Sobre Congreso del Oeste
El hombre está camino al éxito por fin. Porque todas las maldades del hombre provienen de los esfuerzos del Hombre por negarle la libertad al Hombre. Su falta de cultura es más aparente donde la esclavitud esté más arraigada.
Y donde tengas hombres que sean libres, pueden hacer muchas cosas. El trabajo se convierte en un placer. El manejo del esfuerzo en sí mismo se convierte en una actividad muy deseable. Y se construyen cosas, el mundo se hace más hermoso, el hombre es más capaz de involucrarse en la vida como un juego más que como una esclavitud.
Y así tenemos otra cultura.– L. Ronald Hubbard
El año 1953 se acercaba a su fin y el Primer Congreso Internacional de Dianeticistas y Scientologists en Filadelfia había demostrado ser un éxito tal, “simplemente fuera de este mundo”, según una revista de Scientology, que los Scientologists del oeste de los Estados Unidos clamaban por un Congreso en sus propias áreas. Con Los Ángeles, California y Phoenix, Arizona, como los principales contendientes, L. Ronald Hubbard se estableció en Phoenix, ubicándose en el estado natal de Scientology, y sitio de la primera Asociación Hubbard de Scientologists, que para entonces llevaba dos años de existencia.
Así, el 28 de diciembre de 1953, en el Little Theater de la ciudad, el señor Hubbard convocó a un Congreso que no tendría igual en el pasado ni en el futuro. Pues mientras el Congreso del Oeste compartía todas las características que pronto se convertirían en tradición, como su anuncio de nuevos avances y una fiesta de clausura del Congreso, lo que marcó este Congreso como algo aparte fue cómo impartió la información. Específicamente, y tal y como se notificó en el Diario de Scientology: “La presentación de material técnico se mantuvo en un mínimo absoluto, con L. Ronald Hubbard presentando la mayoría de las técnicas y procedimientos importantes bajo la forma de procesos aplicados al grupo”.
Ahora desde un punto de vista puro de la auditación, estos procesos demostraron ser en extremo eficaces, con varias personas en el Congreso volando somáticos crónicos, y otros llegando a Theta Clear. Pero había una razón aún más grande por la que es Little Teatro marcó el punto donde un gran auge empezaría. Al procesar al grupo, el señor Hubbard proporcionó a los delegados un modelo para hacer procesamiento de grupo a las personas en sus propias comunidades, concentrándose en el Procedimiento Operativo Estándar 8-C (SOP 8-C) y las listas de Autoanálisis. Y para hacer que su tarea fuera más fácil aún, antes del Congreso, había sacado una grabación de un Proceso de Grupo de 15 minutos, que se entregó a cada delegado, habilitándolos para empezar de inmediato al volver a sus hogares.
Luego hubo fuegos artificiales, incluida una fantástica demostración del manejo de los puntos de anclaje.Manteniendo su cuerpo exactamente en el mismo punto frente al micrófono, continuó hablando mientras que cambiaba sus puntos de anclaje a ubicaciones exactas, tanto fuera como dentro del Little Theater, una demostración que no requirió ningún cambio en su uso de las cuerdas vocales. Sin embargo, produjo un cambio inmediato en el modo en que su voz llegaba a la audiencia, ilustrando así un dato fundamental que se puede aplicar no sólo al Procesamiento de Grupo, sino que también al vivir:
“El oír no es tanto un problema de ondas sonoras. Es un problema de beingness. Y se te puede oír en tanto espacio como en el que estés dispuesto a estar, y ése es todo el espacio en el que se te puede oír. ¿Me entendieron?”
Aquí también estaba la introducción del señor Hubbard al nuevo “audiopsicómetro” (más adelante conocido como el “E-Metro de señal sonora”), un instrumento que supera cualquier modelo previo y que contaba con un detector que podía registrar puntos de dolor en un ser humano. Y sin embargo, descubrió un uso de ese medidor, del que ni su fabricante era consciente. Ahí estaba, en realidad, una manera de demostrar que un ser puede, a voluntad, crear una corriente de energía en otro ser:
“Así que tomé su propio E-Metro y le mostré dónde estaban todos los puntos muertos en su mejilla y demás. y conseguimos uno que estaba totalmente muerto y me arrellané e hice que ese punto se activara. Y lo activé y el E-Metro dijo: ‘¡Pauuu!’”
En resumen, aquí estuvo un Congreso lleno de datos técnicos, y todo con un propósito en mente: expandir las filas de los Scientologists entrenados que llevarían estos avances sensacionales a un público mayor. Y eso es exactamente lo que ocurrió, con un efecto dramático. Con estos resultados resonando por todo Estados Unidos, las conferencias y las sesiones de Procesamiento de Grupo se reprodujeron en Congresos impartidos por otros, produciendo ganancia de caso inmediata y generando una saludable cosecha de nuevos grupos de campo. De hecho, el Congreso del Oeste no sólo mostró con antelación lo que sería el Tercer Curso Clínico Avanzado Americano, sino que también inspiró el fenomenalmente exitoso Congreso de Procesos del Universo, impartido por el señor Hubbard en el mismo sitio ante más de 200 Scientologists de todo Estados Unidos y del extranjero.
Así, mientras se acababa 1953, todo quedó preparado para los avances históricos de 1954 y del anuncio de L. Ronald Hubbard de procesos que producen, en masa, un estado de beingness que una vez fue considerado posible, si acaso, sólo para una minoría selecta.